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Streaming: música en la Nube

Por Julieta Bilik

Publicado en LA NACION Economía el 22 de junio de de 2014


El nuevo modelo de negocio, que modifica hábitos de consumo y brinda al usuario un acceso ilimitado a un catálogo excepcional, reaviva la controversia entre músicos e industria


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Un flujo digital de 20 millones de canciones. Acceso online ilimitado a temas de todos los tiempos y a la música de artistas de los cinco continentes. Las bateas digitales ya no se organizan necesariamente por género o autores, sino en playlists agrupadas según estados de ánimo, clima o estaciones del año. La plataforma, accesible desde la computadora, el smartphone o la tablet, hace recomendaciones de acuerdo con un algoritmo que advierte los intereses de cada usuario. Parece ciencia ficción, pero retrata el presente de un sector de la industria musical y también nuevos hábitos de consumo cultural cada día más extendidos. Se llama streaming y, aunque genera controversias, ya es parte del negocio y de la vida cotidiana.


Según se prevé, dentro de algunos años las descargas digitales de música habrán retrocedido mucho a la par de los formatos físicos, pero se habrán consolidado los sistemas de streaming. Hoy, ya son más de 40 millones los usuarios activos que Spotify -la plataforma sueca para escuchar música online, que llegó a la Argentina en septiembre de 2013- dice tener a nivel global. Parece poco en comparación con los 1110 millones de Facebook y los 500 millones de Twitter, pero su popularidad sigue en aumento. En los albores de un nuevo modo de consumir música, mucho más cerca de su naturaleza inmaterial -como dice David Byrne, el ex líder de Talking Heads-, los pronósticos y las explicaciones parecen necesarios.


Hábitos culturales

Desde la irrupción del gramófono, la industria del consumo musical estuvo asociada con la adquisición de un objeto, que a fines del siglo XIX inauguró el disco de acetato. Desde entonces, y durante todo el siglo XX, la tecnología y la moda hicieron que los dispositivos mutaran: de mecánicos a eléctricos y de analógicos a digitales. Hoy, las opciones se polarizan entre lanzar ediciones deluxe, en las que la adoración por el objeto es el "quid de la cuestión", o sumarse al flujo continuo de música online de la que elstreaming se nutre.

En Cómo funciona la música, el multifacético Byrne retoma aquella premisa marxista que asegura que las condiciones materiales modifican los hábitos culturales de las sociedades y explica cómo el desarrollo tecnológico cambió nuestra manera de escuchar. "Para mí, la música se ha desmaterializado, ha alcanzado un estado que tiene más que ver, en el fondo, con su verdadera naturaleza. La tecnología nos ha hecho recorrer un círculo completo." Ahora, la música vuelve a su condición etérea con el streaming.


Nada más abstracto que Spotify. Uno podría imaginarla como una especie de gran biblioteca musical virtual, accesible desde cualquier dispositivo electrónico. Su plan freeofrece en su versión web un catálogo de 20 millones de canciones, de forma gratuita y sin límite de tiempo. Su opción premium ofrece como ventajas el modo offline, gracias a que se habilita la descarga de contenido, y la desaparición de las publicidades.


"Muy rápida y muy positiva", dice Gustavo Diament, managing director de Spotify para América latina, cuando se lo consulta sobre el grado de aceptación que la plataforma sueca tiene desde su llegada a la Argentina, el segundo país de la región donde se lanzó su servicio. "Y eso no es casualidad", agrega. Según él, la música es importante para los argentinos no sólo desde el punto de vista de los consumidores, sino también desde la perspectiva de los productores, "porque es una gran fuente de talento musical".


Segundo round

La plataforma (que está disponible para los usuarios en dos versiones: gratis con avisos o con planes mensuales de 18 y 36 pesos) tiene, al igual que Netflix en el mundo audiovisual, un tarifa plana y acceso irrestricto a todo su contenido. Los expertos prevén una creciente disposición de los usuarios a pagar por los contenidos y un retroceso de la publicidad. De modo que, de acuerdo con ese modelo de negocio, el futuro de la música es el streaming. Y parte del presente lo demuestra. Hoy, en Suecia, Spotify representa el 70% de los ingresos de los músicos y, en Inglaterra, el 30%, según Diament.


Sin embargo, la cuenta no está saldada. Son muchos los músicos que se quejan de este diseño del negocio en el que, dicen, siguen perdiendo. Tras décadas de pujas y negociaciones con las discográficas -y porque, como ya sabemos, la historia se repite como farsa-, en este segundo round el combate los enfrenta con la piratería, primero, y con el streaming, después. Sólo a modo de ejemplo, puede citarse el caso de David Lowery, quien con mucha sorna escribió un artículo titulado "Mi canción se reprodujo en Pandora 1 millón de veces y todo lo que recibí fueron 16,89 dólares. Menos de lo que ganaría vendiendo una remera".


En un análisis que publicó en The Guardian, Byrne fue categórico. "Para una banda de cuatro personas que obtienen una regalía del 15% por streaming de Spotify, le tomaría 236 millones de reproducciones por persona ganar un salario mínimo de USD 15.080 al año".

Entonces, la pregunta siempre vuelve: ¿se dejarán de vender discos? La respuesta aún es una incógnita, pero conviene moverse rápido. Ni lento ni perezoso, Amazon lanzó hace pocas semanas un sistema de transmisión de música para sus miembros premium, que pagan 99 dólares al año y pueden ver películas y programas de televisión, además de tomar libros a préstamo por un mes en el caso de que tengan Kindle.Según Steve Boom, vicepresidente de Amazon, el servicio se autofinanciará, ya que los suscriptorespremium tienden a ser clientes muy leales a Amazon. Conclusión y primera respuesta: el servicio streaming puede funcionar como vidriera: el oyente conoce allí al artista y luego compra el CD para atesorar el producto físico.


Según trascendidos, Spotify tiene entre sus planes salir a la Bolsa norteamericana. Valuada en 8.000 millones de dólares -la mitad de lo que pagó Facebook por WhatsApp en febrero pasado-, recaudó 250 millones de dólares en una ronda de financiación en noviembre de 2013, lo que la convierte en una de las start ups más capitalizadas del mundo.

Pero no es la única empresa que anda detrás del negocio. A fines de mayo, Apple compró por 500 millones de dólares el servicio streaming de Beats, como parte de un acuerdo por el que también se quedó con esa fábrica de auriculares. Y hay otros grandes competidores que pelean por las por ahora nada vaporosas regalías de la música: Grooveshark, Google Play Music, Deezer y radios web como Pandora o Rdio.


Las cabezas parlantes que reproducían sonidos humanos irrumpieron en las cortes europeas en la Edad Media y causaron curiosidad y pánico. Se trataba de artilugios mecánicos construidos para divertir, y aunque sus creadores fueron acusados de herejía por la Inquisición, la historia los ha rescatado como artefactos indispensables para el desarrollo en la reproducción de sonidos. El streaming, todavía sentado en el banquillo de los acusados, espera leudando el veredicto de la historia.


Hitos en lanzamientos digitales

Bjork

Biophilia, el séptimo álbum de estudio de la cantante islandesa fue el primero en ser lanzado con formato app permitiendo a los usuarios hacer versiones de los temas e incluyendo juegos relacionados con las canciones, la partitura, animaciones e imágenes de los shows en vivo. El álbum/app acaba de integrarse a la colección permanente del Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York.


Pink Floyd

El 13 de junio de 2013, Pink Floyd anunció por Facebook y Twitter que sólo pondría en Spotify Wish You Were Here, su tema remasterizado en 2011. Y desafió a sus fans a que lo escucharan un millón de veces. Si alcanzaban ese número, la banda prometió que desbloquearía toda su discografía, lo que, efectivamente, ocurrió en poco tiempo.

The Beatles

El catálogo Beatle disponible para su compra en iTunes fue uno de los sucesos musicales del 2010. "Amamos a los Beatles y nos sentimos honrados y entusiasmados de darles la bienvenida a iTunes", dijo entonces Steve Jobs, el creador de Apple. Tras largas negociaciones con Paul McCartney y Yoko Ono, Jobs admitió: "Gracias a los Beatles y a EMI, hacemos ahora posible nuestro sueño desde que lanzamos iTunes hace diez años."


Radiohead

In Rainbows, el séptimo disco de la banda inglesa, se lanzó el 10 de octubre de 2007 en formato digital, sin un precio fijo, por lo que cada interesado en descargarlo podía pagar lo que quisiera. Un par de meses después salió a la venta en formato físico. La intención de la banda, interesada más en provocar impacto que en generar un negocio, tuvo como objetivo poner el foco en los nuevos modelos de compra y venta de discos en la era digital.


Cabezas parlantes: qué opinan los músicos


Thom Yorke

(Radiohead)

No se equivoquen, los nuevos músicos que conozcan a través de Spotify no estarán bien pagos. Son los mismos de siempre de la industria, tratando de hacerse con el sistema de distribución.


David Byrne

Los servicios como Spotify, YouTube y Beats hacen sus pagos a las discográficas y ese dinero llega a los artistas en menor cantidad que las regalías de un CD, o incluso las ganancias por haber sido descargado.


Lars ulrich

(Metallica)

No sé si Spotify será el único futuro, porque no veo las cosas en blanco y negro en mi vida, pero ciertamente ha sido una gran experiencia y amo a Daniel Ek (creador de Spotify).


Santiago Motorizado

(El mató a un policía motorizado)

Es una gran biblioteca musical y ser parte está bueno. Pero si la música sostiene todas estas plataformas, los músicos merecen el porcentaje más alto de la división, ¿no?


1878

FONÓGRAFO

Thomas Edison creó el fonógrafo: el primer artefacto que podía grabar y reproducir sonido.

1888

GRAMÓGRAFO

Emile Berliner patentó el gramófono: el primer sistema de grabación y reproducción de sonido que utilizó un disco plano.

1925

TOCADISCO

Nace el tocadiscos con la idea de reproducir los discos en forma eléctrica. Brinda mayor calidad en el sonido y la posibilidad de controlar el volumen.

1950

COMBINADO

Auge de los tocadiscos combinados, en los que también se podía escuchar la radio.

1979

WALKMAN

El walkman brinda, por primera vez, la posibilidad de escuchar música en forma portátil. Además, el casete era más barato que el disco.

1984

DISCMAN

Sony lanza el primer reproductor de compact disc portátil, lo que provocó un repentino crecimiento de la industria del CD.

1995

MP3

Fue desarrollado por Karlheinz Brandenburg y se convirtió en el primer formato de compresión de audio popularizado gracias a Internet y en el estándar utilizado para streaming.

2003

TIENDA ONLINE

Abre iTunes, la tienda online de contenido digital de Apple que permitió adquirir canciones y descargarlas.

2008

SPOTIFY

Nace Spotify en Estocolmo; permite a los usuarios acceder a un catálogo amplio de canciones pagando un mínimo abono mensual.

 
 
 

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